El cierre abrupto de Game Informer por parte de GameStop, un pilar del periodismo de juegos durante 33 años, ha provocado conmoción en la industria. Este artículo explora el anuncio, el legado de Game Informer y las reacciones de sorpresa de sus empleados.
Capítulo final de Game Informer
El anuncio y la decisión de GameStop
El 2 de agosto, una publicación de Twitter (X) entregó la devastadora noticia: Game Informer, tanto impreso como en línea, estaba cesando sus operaciones. Este anuncio inesperado marcó el final de una carrera de 33 años, dejando a fanáticos y profesionales aturdidos. El mensaje reconocía el viaje de la revista desde los primeros días de los juegos pixelados hasta las experiencias inmersivas de hoy, agradeciendo a los lectores por su lealtad y asegurándoles que la pasión compartida por los juegos perduraría. Sin embargo, lo abrupto del cierre dejó poco lugar al sentimentalismo.
Los empleados, incluidos los que trabajan en el sitio web, el podcast y los documentales en vídeo, fueron informados del cierre inmediato y los despidos posteriores en una reunión el viernes con el vicepresidente de recursos humanos de GameStop. El número 367, que presenta Dragon Age: The Veilguard, se convierte en el número final. El sitio web en sí se eliminó por completo y todo el contenido histórico se redirigió a un mensaje de despedida, borrando efectivamente décadas de historia de los juegos.
La rica historia de Game Informer
Game Informer (GI), una revista mensual estadounidense sobre videojuegos, proporcionó artículos, noticias, guías de estrategia y reseñas. Lanzado en agosto de 1991 como un boletín interno de FuncoLand, posteriormente fue adquirido por GameStop en 2000 tras la adquisición de FuncoLand por parte de GameStop.
Game Informer Online debutó en agosto de 1996 y ofrece noticias y artículos diarios. Justin Leeper y Matthew Kato se unieron como editores web a tiempo completo en 1999, solo para ver el sitio original cerrar alrededor de enero de 2001 con la adquisición de GameStop. Posteriormente ambos se incorporaron a la redacción de la revista.
GI Online se relanzó en septiembre de 2003 y se sometió a un rediseño completo con características como una base de datos de reseñas, actualizaciones frecuentes y contenido exclusivo para suscriptores.
Un importante rediseño de un sitio web en 2009 coincidió con el rediseño de una revista, que introdujo funciones como un reproductor multimedia, fuentes de actividad de los usuarios y reseñas de usuarios. El podcast Game Informer Show también se lanzó en este momento.
Sin embargo, las dificultades financieras de GameStop, derivadas de la disminución de las ventas de juegos físicos, agobiaron cada vez más a Game Informer. A pesar del aumento de las existencias de memes, GameStop continuó recortando puestos de trabajo, incluidos despidos regulares en Game Informer. Después de eliminar las ediciones físicas de Game Informer de su programa de recompensas, GameStop recientemente permitió las ventas directas de suscriptores, un paso aparentemente positivo, pero en última instancia un preludio a la desaparición de la publicación.
Los empleados reaccionan en línea
El cierre repentino ha dejado a los empleados devastados y conmocionados. Las redes sociales se convirtieron en un medio para expresar la incredulidad y el dolor. Antiguos empleados, algunos con décadas de servicio, compartieron recuerdos y frustración por la falta de notificación y la pérdida de sus contribuciones.
La cuenta oficial de Konami expresó su gratitud por el impacto de Game Informer en la industria. Ex miembros del personal como Kyle Hilliard (director de contenido), Liana Ruppert (ex miembro del personal) y Andy McNamara (ex editor en jefe, 29 años en GI) compartieron su angustia y enojo por el abrupto final.
La ironía no pasó desapercibida para Jason Schreier de Bloomberg, quien señaló que un mensaje de despedida generado por ChatGPT se parecía mucho al anuncio real.
El cierre de Game Informer marca una pérdida significativa para el periodismo de juegos. Su legado de 33 años, que brinda cobertura e información en profundidad, deja un vacío y destaca los desafíos que enfrentan los medios tradicionales en la era digital. Aunque la publicación desaparezca, su impacto en la comunidad de jugadores sin duda perdurará.