Un jugador conocido como B00Lin libró una batalla de 763 días contra Activision, que culminó en una victoria legal que anuló una prohibición injusta y restauró su reputación de vapor. La saga comenzó en diciembre de 2023, después de que B00Lin jugó más de 36 horas del Call of Duty: Modern Warfare 2 Beta. Inicialmente desestimado como un error de prueba, Activision confirmó obstinadamente la prohibición a pesar de las apelaciones de B00Lin. Sin inmutarse, B00lin eligió defenderse, una decisión que la mayoría de los jugadores habrían olvidado.
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Activision se negó a proporcionar cualquier evidencia de trampa, citando preocupaciones de seguridad, incluso cuando B00Lin solo solicitó información aparentemente inocua, como el nombre del software marcado. El caso se intensificó en el tribunal, donde los abogados de Activision no pudieron presentar ninguna prueba de irregularidades, destacando el secreto extremo de la compañía en torno a sus medidas anti-trato. Finalmente, el tribunal falló a favor de B00Lin, ordenando que Activision cubra los honorarios legales y elevara la prohibición, una resolución finalmente lograda a principios de 2025.
